Un poco de Historia


El clásico

El gran rival de Deportes Puerto Montt es Provincial Osorno. Y entre todos los clásicos protagonizados por ambos clubes, hay uno que los puertomontinos tienen grabado a fuego en la memoria. Para recordarlo hay que remontarse a la temporada 1988, cuando ambos equipos luchaban palmo a palmo por el ascenso.

Ante 8 mil espectadores en el Chinquihue, y con el arbitraje de Luis Mariano Peña, los toros ganaban por 2-0. El primer gol estaba claramente fuera de juego y el segundo había sido de penal, por lo que los ánimos del público porteño ya estaban caldeados. Sergio Casas se encargó de poner el 2-1 y entonces vino lo peor del árbitro, que anuló dos goles legítimos a Puerto Montt.

"Perdíamos 2-1, quedaban quince minutos, y Mauricio Soto anota el empate. Toda la gente celebraba, pero el juez anuló el gol. Instantes después, Sergio Casas convirtió otro tanto y Luis Mariano Peña lo volvió a anular. Ganó Osorno 2-1 y luego quedó la escoba", relata el concejal José Segura, quien vio como su colega dirigente Mario Meersohn cayó derribado por un piedrazo.

Con los hinchas enardecidos por el arbitraje, el equipo osornino estuvo 20 minutos en la cancha y el árbitro... una hora y cuarto. Llovían piedras y todo tipo de proyectiles. El partido terminó a las cinco de la tarde y eran las 8 y Peña todavía no podía salir del estadio.

"Fue tan grande el robo, que esa vez fue la única vez que he estado cerca de pegarle a alguien. Incluso, uno de los Carabineros que protegía al árbitro me dijo 'si no fuera paco, le pegaría un combo'".

Pero la mejor talla de esa jornada corrió por cuenta de Orlando Vásquez, funcionario del club y quien era el encargado de hablar por los altoparlantes. Cuando Osorno anotó el segundo gol, con voz seria y profunda, dijo: "Gol de Provincial Osorno, según el árbitro". Las risas todavía se escuchan.

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